No le dejes esperando mucho por su respuesta.
No prometa más de lo que puedes ofrecer.
No trate de vender una solución a un cliente antes de que se cumpla el servicio.
No tratar a los clientes con rudeza.
No se olviden de las preguntas más frecuentes. Los clientes odian información obsoleta e inútil.
No transfira a un cliente para más de dos personas diferentes y no le hagas repetir el problema todas las veces.
No te pierdas el estado del problema del cliente.
No deje el cliente en una tierra de nadie, donde nadie sabe qué hacer para resolver el problema.